jueves, 4 de abril de 2013

De cómo aprendi a conocerme a través de la comida

Si hay una cosa de que me recuerdo de mi niñez no porque tenga excelente memoria si no porque que mi familia no me deja olvidarlo, es que era muy melindrosa. Aparte de los frijoles, las tortillas y el guacamol, tres de las cosas que más me gustaban y me siguen gustando, siempre me costó disfrutar de los almuerzos. Si hay algo que siempre deteste y sigo detestando es al pollo con arroz, bueno si puedo comer pollo aunque no me gusta, y también puedo comer arroz aunque tampoco me gusta, pero ¡pollo con arroz eso sí que no!

Lo bueno de este mundo es que existen tantas otras cosas que comer que no sean arroz con pollo, y probar cocinas de otros países se ha convertido en una especie de hobby para mí. Una forma de quitarme ese sentimiento de culpa con el que crecí porque no me gusta el pollo, pues ahora estoy segura que muchas de las cosas que he probado muchos no se lo pensarían varias veces antes de comerlo. Todo empezó cuando me fui a vivir a Singapur, donde comer e ir de shopping son los deportes nacionales. Es el paraíso de los comelones, conseguir comida de casi todas partes del mundo es fácil, y generalmente accesible para casi cualquier tipo de presupuesto.

 Comida china, japonesa, tailandesa, india, vietnamita, francesa, mexicana, árabe etc, solo es necesario tener el antojo que allí se puede conseguir de todo. Claro está que cuando uno no ha probado cierta comida, el shock cultural de nuestras papillas puede ser bastante grande, como la primera vez que probé la comida india, al dar el primer bocado de arroz con cordero tuve la sensación de haberme tomado una cucharada de perfume, tantas especies al mismo tiempo, una explosión desconocida para mi pobre lengua. Lejos estaba de imaginarme que la comida india llegaría a ser una de mis preferidas, un chicken tika masala, un daal (lentejas en una salsa echa a base curry), naan (pan a base de harina y yogurt) cosas que nunca antes había siquiera oído mencionar, vendrían a formar parte de mi alimentación diaria.

 Otras cocinas aunque novedosas, son más fáciles de abordar, como la tailandesa o la vietnamita, que suelen ser bastante “simples” ya que tienen sabores un poco más suaves que la comida india, sin que eso les reste sabor. La comida vietnamita a mi gusto bastante fresca y saludable también se volvió una de mis preferidas. La comida japonesa también muy variada en ingredientes, texturas y sabores es una de las más consentidas por aquellos a los que les gusta comer. Hay platillos para aquellos no tan aventureros como un buen plato de arroz con pollo, arroz con verduras, arroz con arroz (¡bromas!) luego están los sushis, que ya desde algunos años han ganado bastante popularidad en casi todo el mundo.

 Y luego vienen los platillos para aquellos que llevan la aventura en la sangre como el pez globo. Y definitivamente hay cosas que creo que nunca voy a poder probar como una delicatesen filipina que consiste en un huevo ya fecundado y fermentado al que se le abre un agujero y se aspira el contenido a través de una pajilla. O el Durian, una fruta que tiene un olor bastante desagradable para todos los que no estamos acostumbrados, y que a pesar de ser bastante apetecida para la mayoría de asiáticos, está prohibida en todos los transportes públicos debido al fuerte olor y lo difícil que es deshacerse de él.

 Entonces probando, degustando con muchas experiencias agradables y otros no tanto, fue así como descubrí de que no soy tan melindrosa como todos quieren creer, simplemente el comer ciertas cosas es un gusto adquirido, hay que ser paciente, explorar, hasta que un día nos damos cuenta de que aunque detestamos los garbanzos en dulce, nos encanta el humus, o que el pollo cocido, a la parrilla o frito sigue sin gustarnos pero a un buen chicken tika masala no le podemos decir que no. O que somos incapaces de comer lengua simplemente por el hecho de que sea una lengua, pero uno de nuestros platos preferidos es la panza. Y aceptar que hay cosas que no nos gustan, y está bien que no nos gusten, aunque para otros sean un manjar digno de un rey.










miércoles, 20 de marzo de 2013

Shakespeare and Company

Hay días así en que estas en el lugar en el que te gusta estar, no importa el clima, (5 grados que se sienten a través la blusa,el suéter y el abrigo). Pero eso no importa porque estas en París, y para hacerlo aun mejor en una librería mítica: Shakespear and Company. La librería existe desde 1951, fundada por George Withman. Cientos y cientos de libros (en ingles y uno que otro en francés) poesía, sci fi, novelas, biografías, libros de historia, de recetas, guías...y la lista sigue. Y todo esto dentro de un local situado frente a Notre Dame,un local que ha sabido conservar ese encanto de los lugares viejos, que nos provoca ese sentimiento de entrar en un portal del tiempo, de esos que nos encanta tanto encontrar en una cuidad como París. En el primer nivel de la tienda están todos los libros a la venta, intentar enfocarse requiere todas las neuronas posibles,hay tanto que ver y tan poco tiempo y el corazón late a mil por hora al uno darse cuenta de que hay un segundo nivel en el que esta la biblioteca. Aquí uno pude perderse horas escogiendo un libro que se puede leer allí mismo, con como única condición de devolverlo en su sitio. Con solo cerrar el libro nos volvemos al tiempo presente,lleno de carros,calles bulliciosas y teléfonos que suenan sin parar,pero si todavía no se sienten listos para regresar a la realidad, pues justo a la par, esta el local de libros antiguos, que aun no he tenido el tiempo de explorar, pero me da una excusa mas para regresar este increíble lugar. Una pequeña hora después y algunos euros menos (del presupuesto mensual para mis libros)  salí con las pilas recargadas y tres libros sobre París ( París era una fiesta, de Ernest Hemingway; The secret life of France de Lucy Wadham y The most beautiful walk in the world de John Baxter) para seguir soñando con que algún día voy a pasar un poco mas que un solo fin de semana descifrando los secretos de esta maravillosa cuidad. Aquí les dejo el link de la librería por si les entra la curiosidad: http://www.shakespeareandcompany.com/index.php?categories=113:1