viernes, 31 de diciembre de 2010

Salud !

Este año lo empecé en Francia, pase la mayor parte de el en Guatemala y ahora lo termino en Singapur. Vaya si no han sido 12 meses bastante agitados, sin rumbo y sin saber donde iba a terminar. Tengo que confesar que desgraciadamente no terminaron en algún lugar que me gustara, ni lo estoy terminando a lo grande como me hubiera gustado. Mas bien es un fin de año melancólico y hasta decepcionante, pero que se le va hacer, hasta que no adquiera los magníficos poderes de la teleportacion me tengo que quedar aquí, ir a una “fiesta” con alguna gente desconocido y otra no tan desconocida pero con un humor que deja mucho que desear.

Lo que me hace pensar que a veces conocer nueva gente es un arma de doble filo, el lado bueno es conocer gente estimulante ya sea en inteligencia o en felicidad, y el lado malo es darte cuenta que de en ahora la gente que te rodea no posee inteligencia emocional y mucho menos te aporta una minima dosis de felicidad.

Y por eso a veces como dice el refrán: mas vale viejo conocido que nuevo por conocer; frase con la que estoy totalmente de acuerdo y se debería de aplicar a la hora de adquirir nuevas personas para tu grupo de amigos.

Así les digo, a todos los que van a pasar su ultimo día del año con gente que quieren y aprecian, con personas que los divierten, que entienden su raro sentido del humor, y que aprecian hasta las malas caras que uno puede hacer, entonces les digo que tiene mucha suerte.
Olviden que en otros países hay fiestas más grandes, mas discotecas a donde ir, mas variedad de cosas que hacer, por que al final eso es lo menos importante, es lo que uno menos recuerda.

Todo lo que uno recordara, serán aquellos buenos momentos con la gente que mas nos importa.

Feliz nuevo año 2011!!!

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Mi vida en Singapur ... (2)

No es que alguna vez tuviera una idea de lo que quería hacer o estudiar, pero si tenia muchas ideas sobre lo que no quería terminar siendo, y una de ellas era “ama de casa”. Ahora que estoy oficialmente desempleada me doy cuenta de lo increíblemente aburrido que es no tener absolutamente nada que hacer, aunque me gustaría decir que tengo mas tiempo para dormir, leer, caminar y reflexionar, la verdad es que me da ansiedad el saber que las próximas 10 horas o mas, voy a estar pensando en que hacer para desaburrirme.
Estar en un país diferente y desconocido debería de ser suficiente para entretenerme, pero eso no es cierto, porque hacer turismo solo, no tiene sentido, no hay con quien compartir impresiones o pensamientos, y se encuentra uno escudándose detrás de la cámara fotográfica para parecer menos “tonto” dando vueltas por allí solo. El resultado son montones de fotos y mas fotos porque no había otra cosa mas interesante que hacer.
La vida en un país nuevo es interesante si se va con un sentido o propósito, porque cuando se esta en extrema vagancia como yo, cualquier detalle cultural salta a la visa, como si la gente es o no desagradable, por ejemplo me he dado cuenta que aquí ser turista es una ofensa, a la hora de subirse a un taxi y dar la dirección, mas te vale saber la dirección exacta a donde vas porque si no el taxista termina gritándote durante todo el trayecto porque no sabes indicarle con precisión, y le importa un rábano el que tu le expliques que no conoces la cuidad todavía y que acabas de llega apenas hace solo poco mas de una semana.
Cosas que se le perdonan a un turista en nuestro país, por la lógica razón que es turista, recién llegado y aun tiene muchas cosas que aprender, aquí no vale nada de esto, ser turista equivale a hacerles perder el tiempo tratando de explicarte cosas que deberías de saberlas.

Entonces después de varias gritadas y groserías, las cosas que deberías de ver como simples aventuras son las mismas cosas que te hacen pensar dos veces si de verdad quieres salir de la casa, ¿acaso vale la pena salir de tu comfortable sillón, para ir a enfrentarte a un mundo hostil?

domingo, 12 de diciembre de 2010

Todo empezo asi ... ( mi vida en Singapur)


Resulta que un día tenia una vida, ahora tengo dos, la pasada y la presente, separadas apenas por una semana de diferencia, entonces a veces se hace difícil dejar ir una para dar entrada a la nueva.
Mi nueva vida es en Singapur, pero llegar aqui no fue tan sencillo, algunos solo toman uno o dos aviones y listo en dos días ya llegaron. A mi me tomo 4 días, 4 países y 4 aviones para poder llegar aquí.
La mañana de mi salida, en la cual debí de haber tomado un vuelo Guatemala- México, para que sea una verdadera aventura claro, tenia que suceder que cancelaran el vuelo, pero después de una hora de insistencia y suplicas logré conseguir un vuelo , Guatemala-El Salvador-México.
En el Salvador espere apenas 5horas para poder tomar mi vuelo hacia México, pero finalmente llegue al DF, donde puede descansar un hotel bastante confortable y que me costo buena parte de mi presupuesto.
Tengo que admitir que si a uno le toca tener que esperar mas de 2 h en un aeropuerto es mejor que le toque a uno en un aeropuerto de alguno de nuestros países latinoamericanos, es mas fácil hacerse de un buen grupo de gente que están en la misma situación y platicando y tomando té se pasan mas rápido las horas, que fue lo que me sucedió a mi durante las 8h de espera en el aeropuerto mexicano.
10 horas de vuelo después me encontré en Londres, en donde tras una larga fila de espera para pasar por seguridad , mis zapatos decidieron hacer sonar la alarma, pero finalmente me dejaron pasar después de hacer que me quitara los zapatos, que me revisaran, y me pasaran el detector de metales, el punto es que logre pasar …
Y aquí viene mi punto en el cual si hay que estar dentro de un aeropuerto por mas de 2h es mejor en Latinoamérica, pues en un gran aeropuerto como el de Londres es imposible llegar a cruzar mas de dos palabras con alguien, y estas suelen ser con algún vendedor de comida o bebida y luego son ocho eternas horribles horas de espera.
Después todo fue mas fácil, durante 12 horas de vuelo, solo tuve que tratar de dormir, de no patear a la vecina, de que no se me durmieran las piernas, que no me diera torticolis y esperar que el avión no se fuera a caer.
Pero llegué, pasé migración, recuperé mi maleta y, pues sucede que a mi novio se le olvido irme a traer al aeropuerto…