viernes, 31 de agosto de 2012

Vuelta y a empezar de nuevo

Creo que estoy lejos de aquellos días en los que vivía entre Agua y Fuego, en mi querida Antigua, para resumir un poco, la situación ha sido así: Hace 1 año y 9 meses estaba yo viviendo un dulce caos, y por alguna razón no identificada hasta el momento, dicen los rumores que fue por amor, me subí a un avión que me llevo a vivir los 15 meses mas espantosamente calurosos de toda mi existencia (sigo rezándoles a todos los dioses que no vuelva a pasar por algo así nunca mas).

Allí estaba yo con toda mi guatemaltequidad en Singapur, y si bien como dicen por allí (no se quien, pero si ustedes saben se los agradecería) que lo pueden sacar a uno de Guatemala, pero no sacan a Guatemala de uno, mal que bien me acostumbre atravesar la calle cuando el muñequito del semáforo esta en verde, a saber que el bus pasa cada 20 minutos, que gracias se dice Xie Xie en chino, y Terimakasih en malayo, a utilizar uno de los metros mas eficientes del mundo y supe la paz que se siente el saber que no te van asaltar en cada esquina.

Descubrí la comida tailandesa, vietnamita, china, japonesa e india, confirme que NO me gusta el pollo ni el arroz, pero que el pollo tikka masala es una delicia. Que puedo ser tanto india como rusa, tal vez tailandesa y porque no china de alguna lejana región, aprendí que era el Ramadan, el Depavali y el festival de otoño chino. Visite algunos de los centros comerciales mas lujosos que existen, vi los zapatos Louboutin en persona, subí al Marina Bay Sands, (una de las mega construcciones del mundo), tome vino en uno de los bares mas altos de Asia (para ser exacta el bar esta en el piso 72 y es al aire libre) y vi como una isla puede irse expandiendo hacia el mar.

Pero aprendí que cuando a uno le quitan lo que mas quiere en la vida, cuando le quitan las cosas mas simples que lo hacen a uno feliz, no importa todo el oro, todas las bellezas del mundo, la vida deja de tener sentido, la vida no vale la pena. Que el amor no vale todo los sacrificios, porque al final del día, uno siempre se va a querer más que a nadie.

Y entonces fue hora de irse, y nos toco ir a Thionville, no puedo pensar ( y no quiero encontrar) en ningún otro lugar menos excitante que ese. El día que me mude allí se murió una parte pequeñita de mi felicidad, un mes después, a punto de tirarme del techo de mi apartamento (ríanse, pero romperme una pierna hubiera sido menos doloroso que un día mas en ese lugar), y gracias a los espíritu guía, nos volvimos a mudar.

Es así, (para los que entendieron, porque yo no estoy segura de que fue lo que pasó) que ando en Bruselas, la cuidad del parlamento europeo, de los waffles y el chocolate, el Maneken pis, la cerveza y las historietas ( Tintin, entre muchas otras).
Y para los aficionados como yo a los medios de transporte, nuevo metro, nuevas líneas de bus y ¡oh sorpresa, el tram! Este es un tema que realmente nunca decepciona, ya les contare porque.

Así que aquí estoy, volviendo a empezar, nueva gente, nuevo idioma, nueva comida, un poco triste, un poco nostálgica de mis dos volcanes, extrañando a mi familia y a mis amigos, me consuelo poniéndoles ( presumiéndoles) una foto de lo que veo cada vez que salgo de mi nuevo apartamento ;).

1 comentario:

Rodrigo dijo...

Pues, esta entrada me parece realmente fantástica.

Me encanta como lograste resumir tantas emociones e imagenes en un par de parrafos y como a pesar de toda esa adversidad SI hubieron cosas interesantes y dignas de contar (la mitad de ellas las desconozco, la verdad).

A mi si me dejaste con los dientes largos por la foto afuera de tu apartamento: una verdadera nueva aventura!

(Y hay contás que es eso de Maneken Pis y el Tram!)